Las familias de acogida son personas, y cada persona es un mundo. Lo mismo podemos decir de nuestros hijos, que además suelen ser otro mundo, incluso mucho más complejo por su complicada edad al viajar al extranjero a hacer un curso escolar.
Es por eso que la adaptación de un estudiante en Irlanda a su familia de acogida y viceversa evidentemente depende de muchos factores de personalidad, de carácter, de costumbres etc.
Las familias con las que trabajamos en la mayoría de los casos están acostumbradas a trabajar con niños adolescentes extranjeros, y saben tratarlos. El tópico de lo estupendamente receptivosy simpáticos que son los irlandeses es una auténtica realidad que conocemos los que hemos vivido tiempo en Irlanda y damos fé de ello. Todos los años notamos como nuestros estudiantes se adaptan en el 98% de los casos de familias de acogida en muy pocos días.
No obstante en los casos en los que haya una situación incómoda hacia el estudiante o se perciba una falta de adaptación por las razones que fuere no tenemos inconveniente en cambiar de familia. No necesitamos una justificación extrema para realizar cambios de familia, eso si, cuando ya se solicita un segundo cambio de familia, quizá tengamos que valorar porque razones no se produce la adaptación del estudiante.
Escoger bien las familias de acogida desde el principio es muy importante para nosotros y por eso tratamos de valorar desde el principio como es la personalidad de los estudiantes para escoger entre las diferentes familias (con hijos mayores, más pequeños, sin hijos, con aficiones determinadas...).