17
JUL
2015
Viajar supone un cambio en nosotros. Bien sea un año escolar, un viaje familiar o un curso de unas semanas para aprender inglés en el extranjero, el día que subimos al avión de vuelta nos habremos transformado. En Dublín, esto no es menos cierto, los vikingos, los duendes, los trolls o las hadas se turnan para que disfrutemos de esta ciudad como si fuéramos niños.
En primer lugar, viajaremos al pasado. El Dublin medieval y vikingo nos espera con los brazos abiertos en Dublinia. Es hora de que tanto padres como niños se vistan de la manera adecuada para este viaje, y puedan aprender así cómo era la vida hace cientos de años. El museo organiza todo tipo de actividades para que la arqueología y el aprendizaje sean interactivos. Es posible realizar la visita diaria, realizar actividades concretas o recorrerlo en familia.
Famosa es la tendencia irlandesa por lo sobrenatural y lo mágico, ejemplo de ello son los famosos leprechaun, los duendes o los gigantes. En Dublín podemos encontrar el Museo Nacional del Leprechaun, un lugar dedicado a los cuentos de hadas donde no solo disfrutarán los más pequeños. Las visitas guiadas se suceden cada día hasta las 18,30h. Los viernes y sábados el show se translada también a la noche para disfrutar de este mundo mágico en una neblinosa noche irlandesa.
La siguiente parada para el disfrute de los más pequeños será el Lambert Puppet Theatre. Uno de los teatros de marionetas más importantes de toda Irlanda. Actualmente tiene en cartel a Hansel y Gretel y próximamente tendrá a la Bella Durmiente. El teatro además tiene un museo donde están muchos de sus títeres, objetos y fotos que atestiguan la larga trayectoria de este lugar.
Si ya estamos cansados de caminar la mejor opción para conocer toda la ciudad es Viking Splash. Esta empresa ofrece la posibilidad de ver Dublín por tierra y por mar. Uno de los requisitos para subir a este autobús es ponerse unos cuernos de vikingo y gritar como si fuéramos uno de ellos.
