Un año escolar en Irlanda es una gran oportunidad para aprender inglés. Pero además puede suponer un activo a favor de la madurez del estudiante en todos los sentidos. Sin embargo, cuáles son los rasgos académicos que pueden ayudarnos a elegir este país como destino.
Los profesores irlandeses priman el comportamiento y la actitud a la hora de poner las notas. Tanto el trabajo diario como el esfuerzo personal son asuntos muy importantes. Con esta política, los estudiantes de año escolar en Irlanda vuelven a España con más madurez y sentido de la responsabilidad porque aprobar no es únicamente un asunto cuantitativo. Una ventaja comparativa con España donde uno de los últimos Informes Pisa señalaba que en los colegios españoles se hacen “demasiados deberes para nada”.
El sistema educativo irlandés se diferencia porque le da al alumno una capacidad de elección mayor. Además apuesta por el crecimiento y el desarrollo personal de los alumnos. Por ejemplo, en el Transition Year (4º de la ESO) los estudiantes no tienen apenas exámenes pero sí trabajos y prácticas laborales que deben encontrar por sí mismos durante el curso. Esta preparación para el mundo real brilla por su ausencia en nuestro sistema educativo donde todo el aprendizaje tiene lugar dentro de las aulas.
Una cuestión común entre los padres es la obligatoriedad de la asignatura de Irlandés. En muchos casos esto es una ventaja para los estudiantes españoles, porque a menudo los colegios receptores cambian esta materia por clases de inglés de refuerzo o por tiempo libre en el aula para estudiar. Otro aspecto destacable es la importancia del deporte y las actividades extraescolares en la vida académica de los estudiantes de secundaria o bachillerato.
El Informe Pisa 2012 evidenció que las competencias lectoras de los irlandeses superaban a las de casi todos los países auditados. Otro asunto a tener en cuenta son los ratios entre profesores y alumnos que hacen que en cada clase encontremos una media de 16 alumnos. Lo que personaliza el aprendizaje de cada estudiante y fortalece una relación más estrecha con el profesor. Es muy común en las notas irlandesas ver análisis exhaustivos acerca del comportamiento o la actitud en la asignatura del estudiante.
En suma, son muchas las ventajas del sistema educativo irlandés. Una atención más personal, más cercana, y más pormenorizada de cada estudiante. Una visión más centrada en el esfuerzo personal y en el trabajo diario. En definitiva, los chicos y chicas que cursen un año escolar en Irlanda invertirán su tiempo en el aprendizaje del inglés pero de paso ganarán madurez.