Lo primero que se debe analizar cuando un estudiante se plantea si marcharse o no a hacer un curso escolar en el extranjero, es por qué y para qué se quiere hacer. Esto resulta sencillo de descifrar pues en la mayoría de los casos es debido a la escasez de inglés o bien para reforzar el que ya se tiene.

Es esencial que el estudiante esté decidido de lo que hace y sobretodo que lo haga porque lo siente, porque quiere mejorar su inglés y porque quiere vivir la experiencia de conocer un nuevo país, una nueva familia y unos nuevos amigos, una nueva cultura y unas nuevas costumbres, ajeno a lo que viene estando acostumbrado.

Posteriormente se debe uno informar sobre el dónde, sobre la oferta de países y el que más cumpla los requisitos que buscamos será, por consiguiente, el país de destino. Nosotros, como agencia experimentada desde hace muchos años en este tipo de programas escolares, recomendamos sin lugar a dudas Irlanda para año escolar.

Irlanda es el país más acogedor que se encontrarán los estudiantes que se marchan por una temporada de sus casas. Irlanda y su gente les recibirá con los brazos abiertos y les enseñará sus costumbres y modo de vida, a lo que ellos se acostumbrarán extremadamente deprisa.

Otro aspecto a tener en cuenta es la educación, preguntarnos y estudiar bien qué tipo de educación queremos o si la oferta que nos dan es la más adecuada, y en este aspecto Irlanda no tiene pega alguna. La educación irlandesa es extremadamente completa y equilibrada, la cual va siempre de la mano del deporte y de otras actividades extraescolares que hacen la vida académica algo enriquecedor y divertido para los jóvenes.

Una vez que se ha decidido sobre estos temas, del resto nos encargamos nosotros. El tiempo que llevamos trabajando con Irlanda, nos ha hecho conocer mucho mejor este estupendo país, por lo que nuestro trato, tanto con los colegios irlandeses como con las familias de acogida, es un trato cercano y de confianza facilitando así en gran medida las cosas.


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